domingo, 20 de mayo de 2007

JUANA DE ARCO

EL DÍA 30 SERÁ EL ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE JUANA DE ARCO, TRATADA COMO HEREJE Y CONDENADA A LA HOGUERA...


Fué puesta a prueba.
El Delfín hizo pasar a uno de sus generales por él, así, si era realmente enviada por Díos, ella se daría cuenta que no era el Delfín. Cuando llego Juana fue enviada ante el supuesto delfín, al pararse frente a él, lo miro a la cara y le dijo, Usted, es un buen hombre, pero no es quién yo debo ver. Inmediatamente otro de los generales le confirmo el engaño pero le sometió a una segunda prueba, que ella misma encontrara al Delfín entre todos los presentes.
Fue así que Juana comenzó a mirar uno por uno hasta mirar a Carlos VII, se arrodillo ante él y le beso la mano diciéndole, estoy en presencia del Rey de Francia.

Esto realmente dejo consternado a todos, esta fue sin dudas una de las pruebas más importantes a la que fue sometida, como se sabe en esa época, el pueblo no conocía a sus gobernantes, por lo que Juana ignoraba completamente la fisonomía del Delfín.

Según cuenta la historia, después de esto Juana se acerco a Carlos VII, Y le susurro al oído, alguna frase importante, ya que este cambio la expresión de su rostro completamente, hizo pasar a Juana a una habitación apartada, y allí a solas Juana le convenció de su mandato divino de salvar a Francia.
La historia de Juana de Arco, es digna de ser investigada

2 comentarios:

playera dijo...

Hola Rosa,
Hace tiempo leí este poema de Rubén Darío en internet cuando buscaba información de Juana de Arco de quien sabía más bien poco.
Desde que lo leí por primera vez, me enamoré de él.




Pequeño poema infantil

Las hadas, las bellas hadas,
existen, mi dulce niña,
Juana de Arco las vio aladas,
en la campiña.

Las vio al dejar el mirab,
ha largo tiempo, Mahoma.
Más chica que una paloma,
Shakespeare vio a la Reina Mab.

Las hadas decían cosas
en la cuna
de las princesas antiguas:
que si iban a ser dichosas
o bellas como la luna;
o frases raras y ambiguas.

Con sus diademas y alas,
pequeñas como azucenas,
había hadas que eran buenas
y había hadas que eran malas.

Y había una jorobada,
la de profecía odiosa:
la llamada
Carabosa.

Si ésta llegaba a la cuna
de las suaves princesitas,
no se libraba ninguna
de sus palabras malditas.

Y esa hada era muy fea,
como son
feos toda mala idea
y todo mal corazón.

Cuando naciste, preciosa,
no tuviste hadas paganas,
ni la horrible Carabosa
ni sus graciosas hermanas.

Ni Mab, que en los sueños anda,
ni las que celebran fiesta
en la mágica floresta
de Brocelianda.

Y, ¿sabes tú, niña mía,
por qué ningún hada había?
Porque allí
estaba cerca de ti
quien tu nacer bendecía:
Reina más que todas ellas:
la Reina de las Estrellas,
la dulce Virgen María.
Que ella tu senda bendiga,
como tu Madre y tu amiga;
con sus divinos consuelos
no temas infernal guerra;
que perfume tus anhelos
su nombre que el mal destierra,
pues ella aroma los cielos
y la tierra.

Rubén Darío


Un beso,
clara

rosa de los vientos dijo...

Bonito poema, creo que lo leí en alguna parte, no me acuerdo donde.
Tu sabes mucho de poemas Clara, a ver si escribes alguno en el blog que compartimos con Luis Miguel.
Un besito, y gracias por el poema que nombra a Juana de Arco.