AMIGO MÍO
Amigo mío…, yo no soy el que tú crees. Mi aspecto exterior no es sino un traje que llevo puesto, un traje cuidadosamente hecho, que me protege de tus preguntas, y a ti de mi negligencia.
El “yo” que hay en mí, amigo mío, mora en la casa del silencio, y allí permanecerá para siempre, inadvertido, secreto.
No quisiera que creyeras en lo que digo ni que confiaras en lo que hago, pues mis palabras no son otra cosa que tus propios pensamientos, hechos sonido, y mis acciones son tus propias esperanzas en acto.
Cuando dices: “El viento sopla hacia el Este”, digo: “Sí, siempre sopla hacia el Este”; pues no quiero que sepas entonces que mi mente no mora en el viento, sino en el mar.
No puedes comprender mis navegantes pensamientos, ni me interesa que los comprendas. Prefiero estar a solas en el mar.
Cuando es de día para ti, amigo mío, es de noche para mí; sin embargo, aun entonces hablo de la luz del día que danza en las montañas, y de la sombra purpúrea que se abre paso por el valle; pues no puedes oír la canción mi oscuridad, ni puedes ver mis alas que se agitan contra las estrellas, y no me interesa que oigas ni que veas lo que pasa en mí; prefiero estar a solas con la noche.
Cuando tú subes a tu Cielo, yo desciendo a mi Infierno. Y aún entonces me llamas, a través del golfo infranqueable que nos separa: “¡Compañero! ¡Camarada!” Y te contesto “¡Compañero! ¡Camarada!”, porque no quiero que veas mi Infierno. Las llamas te cegarían, y el humo te ahogaría. Y me gusta mi Infierno; lo amo al grado de no dejar que lo visites. Prefiero estar solo en mi Infierno.
Tú amas la Verdad, la Belleza y lo Justo, y yo, por complacerte, digo que está bien, y finjo amar estas cosas. Pero en el fondo de mi corazón me río de tu amor por estas entidades. Sin embargo, no te dejo ver mi risa: prefiero reír a solas.
Amigo mío, eres noble, discreto y sensato; es más: eres perfecto. Y yo a mi vez, hablo contigo con sensatez y discreción, pero… estoy loco. Sólo que enmascaro mi locura. Prefiero estar loco, a solas.
Amigo mío, tú no eres mi amigo. Pero, ¿cómo hacer que lo comprendas?. Mi senda no es tu senda, y sin embargo, caminamos juntos, tomados de la mano.
Khalil Gibran: “El Loco”

miércoles, 31 de enero de 2007
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4 comentarios:
¡Hola Pilar!
No sé si eres quien dices ser, pero gracias por tus palabras, seas quien seas si te atreves a acompañarme, a decirme cosas tan bonitas, eres bien recibida en esta casa, la casa del anonimato.
Saber que alguien lee las cosas que escribo y ve las cosas que comparto en mi blog, hace que esto tenga un sentido, aunque no pretendo tener gran alcance mediático. No me considero tan importante.
Siento que formo parte de la Conciencia Humana, como tal quiero compartir y formar parte de ese Océano llamado Paulo Coelho.
¡Ojala nuestros sueños se hagan realidad! pero primero, tenemos que soñarlos juntos.
Hasta pronto.
Hola Rosa!
Quiero que sepas que hay mas personas que estan siguiendo tu blog. Muchas gracias por compartir. Me ensenyaste a Khalil Gibran a quien no conocía. Y ya lei algo más de él, como 'sobre el amor'. Gracias por las fotos tambien.
Nadies es mas importante que el otro: todos estamos en el mismo barco. No es así? Te quiero invitar a seguir compartiendo y espero de poder leer mas de Khalil Gibran...
Un abrazo, Frank
¡Hola Frank!
Háblame de esas personas que están siguiendo este blog, aunque para mí que solo una persona me ha seguido hasta tan lejos, y eres tú.
Gracias por acompañarme en esta nave y en este viaje májico.
Por supuesto que sí, todos somos iguales, no importa que en esta vida unos sean más importantes que otros.
Ahora, compartimos algo mas, Khalil Gibran, espero que sus palabras te acompañen y te ayuden, en los momentos duros que todos tenemos.
Nos leemos pronto.
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